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El síndrome del impostor

El síndrome del impostor 1600 900 BePeople - Consulting

A pesar de ser un buen profesional, de estar bien evaluado en tu trabajo o tener logros personales ¿Has sentido que en el fondo todo ha sido por causa de la suerte o de la mera coincidencia? Bueno, esta aflicción tiene nombre y apellido, se denomina “Síndrome del Impostor”. A lo largo de esta nota estaremos contándote de qué trata esta sensación, sus causas y cómo poder superarlo. Te invitamos a leerla.

Por BePeople Consulting

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor es una condición mental que padecemos la mayoría de las personas en algún punto de nuestra vida y hace referencia la incapacidad que tenemos para aceptar nuestros logros personales. Por el contrario, creemos que estos logros son producto de la suerte, la ayuda de terceros o simples coincidencias.

Debido a estas ideas que invaden nuestra cabeza, asumimos que no somos lo suficientemente buenos como para merecer algún reconocimiento, premio o puesto laboral. Esto nos despierta un miedo constante a que los demás nos vean como “un fraude”. Nos aterra pensar que el resto se dé cuenta que no somos merecedores de nuestro éxito.

Este miedo que sentimos no es racional, puesto que nuestro desempeño ha sido óptimo, y en muchos casos sobresaliente, hecho que nos ha llevado a tener buenos resultados y beneficios. Son los pensamientos negativos los que nos llevan a imaginar que somos unos impostores sin el valor suficiente para estar donde estamos.

¿Cuándo surge este concepto?

El concepto del síndrome del impostor surge en el año 1978 dentro de una sala de clases, cuando la docente y psicóloga, Pauline Clance, se dio cuenta que la gran mayoría de sus alumnos no confiaban en sus capacidades y mucho menos celebraban sus logros. Clance notó que no se trataba de un hecho aislado y decidió investigar este fenómeno.

Causas

Según un reportaje publicado por la BBC, estas serían algunas de las causas por las que llegamos a padecer del síndrome del impostor.

Dinámicas familiares durante la infancia. Cuando tienes padres o hermanos exitosos existe esa presión por “estar a la altura”.

Estereotipos sexuales. Cómo en muchas situaciones de la vida, las miradas siempre están puestas en el género femenino, por lo que las mujeres están en constante presión. Esto va desde ser madre, hasta ser una exitosa profesional.

Diferencias salariales.  Continuando con los estereotipos de género, la brecha salarial en el mundo laboral es grande, por lo que la mujer se ve aún más presionada. 

Percepción de éxito, fracaso y competencia. Las personas que sufren el síndrome son muy exigentes consigo mismas y se imponen obstáculos muy difíciles de cumplir.

¿Cómo nos afecta?

Está comprobado que este síndrome arrastra una serie de efectos negativos sobre nosotros, algunos de estos son:

  1. El síntoma más clásico de este síndrome es sentir que no eres digno de todos tus éxitos. Crees que se trata de coincidencia,  azar o incluso intervención de terceros.
  1. No confías en tus habilidades o competencias. Como decimos coloquialmente “no te crees el cuento”.
  1. Vives con un constante temor de que los demás descubran “tu fraude”.
  1. No tienes seguridad de lo que eres capaz de hacer.
  1. Si logras tener éxito en algún proyecto piensas que no durará mucho.
  1. No tienes la motivación suficiente.
  1.  No confías en ti.

¿Cómo superarlo?

Ahora que sabes de qué trata este abrumador síndrome, sólo queda recuperarnos de él. Para esto te recomendamos seguir los siguientes pasos:

Parte por reconocer las emociones del impostor: Sé consciente de lo que pasa por tu cabeza, identifica tus sentimientos y busca el motivo del por qué te invadió este síndrome.

Cambia el chip: Tienes que dejar de decirte a ti mismo que no sirves y recordar que eres humano, no puedes saberlo todo. 

Expresa tus sentimientos: No te reprimas, habla con tus cercanos, cuéntales qué te ocurre y escucha opiniones. 

Ten en cuenta el contexto: Hay momentos donde nos sentimos seguros de nosotros mismos, como también hay otros que nos hacen dudar de nuestras capacidades. Eso es normal. Cuando pienses que eres un fraude ten en cuenta que, cualquier trabajo,  siempre tendrá  algún valor.

Tómalo como una oportunidad de aprendizaje: Encuentra oportunidades de enseñanza y úsalas de forma constructiva. El aprendizaje es el ingredientes principal para lograr el éxito.

Sé considerado contigo mismo: Recuerda que nadie es perfecto. Somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos.

Si crees que padeces o has padecido de este síndrome ¡Qué no cunda el pánico! Has efectivo estos consejos y te presente que “Cuando la gente cree en sí misma tiene la primera llave del éxito”. Anónimo