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Descubriendo nuestro talento

Descubriendo nuestro talento 1600 900 BePeople - Consulting

Es posible que cuando hablamos de talento seas de esas personas que crea que no cuenta con ninguno en especial. Esto trae consecuencias importantes, ya que nos limita a conocer nuestra verdadera vocación y de lo que somos capaces de hacer. Pero no te preocupes, acá te ayudaremos a descubrir ese talento que parece oculto. Sigue leyendo…

Por BePeople Consulting

Antes de comenzar con cualquier tipo de recomendación, queremos dejar muy en claro que todos, sin excepción, tenemos algún talento, y es nuestro deber conocerlo para poder dedicarnos y trabajar en lo que más nos guste, dejando una huella en nuestro paso por la tierra.

¿Sabes por qué aún no descubres tu talento? Es posible que la falta de conocimiento e introspección que tenemos de nosotros mismos no nos permita visualizarlo. Además, nuestra forma de vernos siempre es más subjetiva.

Para que vayamos descubriendo nuestros talentos, primero tenemos que entender su definición  y cuántos tipos de este existen ¡Vamos a ello!

¿Qué es el talento?

El talento es la capacidad que se tiene para desempeñar cierta habilidad concreta, por lo que una persona talentosa se define con un individuo que posee una destreza superior al resto para realizar una actividad. Pero ojo, es importante destacar que el talento no es algo que tiene un grupo privilegiado de personas que desde pequeños muestran un don innato sino que, en la mayoría de los casos se muestra con el paso del tiempo, de manera inesperada y se va desarrollando con práctica y pasión.

Hay una importante diferencia entre el talento innato y el adquirido. Alguien con talento innato jamás perderá esa habilidad, aún cuando no esté interesado en usarla, mientras que un individuo con un talento adquirido debe ejercitarlo regularmente para no perderlo.

Es posible que existan muchas cosas que se te dan bien, pero que finalmente no te gustan o no te sientes atraídos a practicarlas de manera continua, por este motivo buscamos encontrar qué cosas nos mueven, nos emocionan, nos hacen vibrar y, por sobre todas las cosas, nos apasionan.

Tácticas eficaces para descubrir tu talento

  1. Entiende que es el talento

Ya lo explicamos anteriormente, pero entender en qué consiste una talento y cómo se va creando, es el primer paso para descubrir el tuyo. No es necesario ser el mejor cantante o cocinero, puedes tener un gran talento escuchando a otras personas e interpretando cómo se sienten.

  1. Cuestiónate a ti mismo

Inicia un proceso de introspección profunda contigo mismo y deja ir cualquier limitante que te impida avanzar hacia el descubrimiento de tu talento. Abre tu mente y pregúntate: ¿qué disfruto hacer?, ¿cuáles son mis intereses?, ¿de qué me gusta hablar?, ¿en qué cosas recibes buen feedback de los demás?, ¿qué harías aunque no te pagaran por hacerlo?, entre otras.

  1. Fíjate en las personas que admiras y pregúntate por qué

Sin dudas, las personas que admiramos nos proyectan aspectos que nos agradan y en muchas casos poseemos, pero los  desconocemos dentro de nosotros. La misión entonces, es preguntarnos a quienes tenemos como referentes y por qué los admiramos. 

  1. Haz una lista de tus actividades favoritas

En una libreta anota cada actividad que te gusta hacer, puedes ir desde la cocina hasta leer un libro, lo importante es que prestes atención a tus gustos. Comienza a observarte detenidamente, sólo así te darás cuenta que, a veces, disfrutas tanto de una actividad que pierdes la noción del tiempo, ahí es donde tienes que estar atento.

  1. Pon atención al feedback de tu entorno

Tu familia, amigos, compañeros y cercanos son las personas que más te conocen, aunque sea difícil o vergonzoso, pídeles que describan qué habilidades o talentos ven en ti y cómo podrías potenciarlos.

  1. Imagina un cuál sería tu trabajo perfecto

Piensa en algo que harías incluso sin recibir remuneración. Este ejercicio es ideal para abrir nuestro abanico de habilidades y descubrir dentro de él, posibles talentos. 

Como ven, el camino para descubrir nuestro talento requiere de introspección y análisis personal, pero al final de todo, es más sencillo de lo que parece. Hay algo de lo que debes estar 100% seguro, todas las personas en el mundo tenemos talento, pero no todos se esfuerzan por descubrirlo, el encontrarlo está en ti. 

Te recomendamos el siguiente video para profundizar en el descubrimiento de nuestras habilidades y talentos. 

El síndrome del impostor

El síndrome del impostor 1600 900 BePeople - Consulting

A pesar de ser un buen profesional, de estar bien evaluado en tu trabajo o tener logros personales ¿Has sentido que en el fondo todo ha sido por causa de la suerte o de la mera coincidencia? Bueno, esta aflicción tiene nombre y apellido, se denomina “Síndrome del Impostor”. A lo largo de esta nota estaremos contándote de qué trata esta sensación, sus causas y cómo poder superarlo. Te invitamos a leerla.

Por BePeople Consulting

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor es una condición mental que padecemos la mayoría de las personas en algún punto de nuestra vida y hace referencia la incapacidad que tenemos para aceptar nuestros logros personales. Por el contrario, creemos que estos logros son producto de la suerte, la ayuda de terceros o simples coincidencias.

Debido a estas ideas que invaden nuestra cabeza, asumimos que no somos lo suficientemente buenos como para merecer algún reconocimiento, premio o puesto laboral. Esto nos despierta un miedo constante a que los demás nos vean como “un fraude”. Nos aterra pensar que el resto se dé cuenta que no somos merecedores de nuestro éxito.

Este miedo que sentimos no es racional, puesto que nuestro desempeño ha sido óptimo, y en muchos casos sobresaliente, hecho que nos ha llevado a tener buenos resultados y beneficios. Son los pensamientos negativos los que nos llevan a imaginar que somos unos impostores sin el valor suficiente para estar donde estamos.

¿Cuándo surge este concepto?

El concepto del síndrome del impostor surge en el año 1978 dentro de una sala de clases, cuando la docente y psicóloga, Pauline Clance, se dio cuenta que la gran mayoría de sus alumnos no confiaban en sus capacidades y mucho menos celebraban sus logros. Clance notó que no se trataba de un hecho aislado y decidió investigar este fenómeno.

Causas

Según un reportaje publicado por la BBC, estas serían algunas de las causas por las que llegamos a padecer del síndrome del impostor.

Dinámicas familiares durante la infancia. Cuando tienes padres o hermanos exitosos existe esa presión por “estar a la altura”.

Estereotipos sexuales. Cómo en muchas situaciones de la vida, las miradas siempre están puestas en el género femenino, por lo que las mujeres están en constante presión. Esto va desde ser madre, hasta ser una exitosa profesional.

Diferencias salariales.  Continuando con los estereotipos de género, la brecha salarial en el mundo laboral es grande, por lo que la mujer se ve aún más presionada. 

Percepción de éxito, fracaso y competencia. Las personas que sufren el síndrome son muy exigentes consigo mismas y se imponen obstáculos muy difíciles de cumplir.

¿Cómo nos afecta?

Está comprobado que este síndrome arrastra una serie de efectos negativos sobre nosotros, algunos de estos son:

  1. El síntoma más clásico de este síndrome es sentir que no eres digno de todos tus éxitos. Crees que se trata de coincidencia,  azar o incluso intervención de terceros.
  1. No confías en tus habilidades o competencias. Como decimos coloquialmente “no te crees el cuento”.
  1. Vives con un constante temor de que los demás descubran “tu fraude”.
  1. No tienes seguridad de lo que eres capaz de hacer.
  1. Si logras tener éxito en algún proyecto piensas que no durará mucho.
  1. No tienes la motivación suficiente.
  1.  No confías en ti.

¿Cómo superarlo?

Ahora que sabes de qué trata este abrumador síndrome, sólo queda recuperarnos de él. Para esto te recomendamos seguir los siguientes pasos:

Parte por reconocer las emociones del impostor: Sé consciente de lo que pasa por tu cabeza, identifica tus sentimientos y busca el motivo del por qué te invadió este síndrome.

Cambia el chip: Tienes que dejar de decirte a ti mismo que no sirves y recordar que eres humano, no puedes saberlo todo. 

Expresa tus sentimientos: No te reprimas, habla con tus cercanos, cuéntales qué te ocurre y escucha opiniones. 

Ten en cuenta el contexto: Hay momentos donde nos sentimos seguros de nosotros mismos, como también hay otros que nos hacen dudar de nuestras capacidades. Eso es normal. Cuando pienses que eres un fraude ten en cuenta que, cualquier trabajo,  siempre tendrá  algún valor.

Tómalo como una oportunidad de aprendizaje: Encuentra oportunidades de enseñanza y úsalas de forma constructiva. El aprendizaje es el ingredientes principal para lograr el éxito.

Sé considerado contigo mismo: Recuerda que nadie es perfecto. Somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos.

Si crees que padeces o has padecido de este síndrome ¡Qué no cunda el pánico! Has efectivo estos consejos y te presente que “Cuando la gente cree en sí misma tiene la primera llave del éxito”. Anónimo

La importancia de la Inteligencia Emocional

La importancia de la Inteligencia Emocional 1600 900 BePeople - Consulting

Todos los días nos vemos enfrentados a distintos obstáculos o desafíos, tanto en nuestra vida personal como en aspectos laborales. Sin dudas superar cada dificultad no siempre es tarea sencilla, menos cuando estamos viviendo momentos de cambios, haciendo que, en ocasiones, sea difícil manejar lo que sentimos. Pero, es en estas circunstancias donde debemos conocer y trabajar la Inteligencia Emocional, además de darle la importancia necesaria para afrontar situaciones complejas o, incluso, relaciones interpersonales. Si quieres conocer más sobre el gran valor que tiene este tipo de inteligencia para tiempos actuales y futuros, te invitamos a leer esta nota. 

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¿Qué es la Inteligencia Emocional y cómo surgió este concepto?

Para comprender qué es la Inteligencia Emocional, primero precisemos el significado de la palabra inteligencia. Se define como la “Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad” (Santiago y Patricio Barzallo, La inteligencia artificial en la medicina), también podemos decir que es la habilidad para escoger las opciones en la búsqueda de una solución. Sea como sea, la inteligencia está relacionada con la capacidad de entender y elaborar información para que sea utilizada adecuadamente.

Pues bien, entendiendo lo que es la inteligencia por sí sola, es momento de comprender de qué trata la Inteligencia Emocional. 

Hace algunas décadas, algunos científicos comenzaron a detectar algunas capacidades necesarias para tener éxito en la vida, y que, no estaban relacionadas con el  coeficiente intelectual (CI) y tampoco eran evaluables mediante un test. Por esta razón, algunas teorías que intentaban comprender la inteligencia desde otra mirada comenzaron a ganar terreno. Surgió así la “Teoría de las inteligencias múltiples” de Howard Gardner.  

Pero, el concepto “Inteligencia Emocional”, toma lugar en la psicología  en el año 1990, en un escrito de los psicólogos americanos Peter Salovey y John Mayer. Aunque, es en la publicación del libro “La Inteligencia Emocional” (1995) de Daniel Goleman donde el concepto este se hizo reconocido. 

Podemos decir que la Inteligencia Emocional es la capacidad y habilidad psicológica que implica sentimiento, entendimiento, control y modificación de las emociones propias y ajenas. Una persona emocionalmente inteligente, es aquella que será capaz de gestionar satisfactoriamente sus emociones para lograr resultados positivos en sus relaciones con los demás. También hay que tener en cuenta que, según Goleman, las emociones son poderosas y dominarlas es Inteligencia Emocional. El psicólogo dice que: “todas las emociones son, en esencia, impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución”. 

¿Cuál es la importancia de la Inteligencia Emocional?

Hoy en día, la Inteligencia Emocional es uno de los conceptos clave para entender el rumbo que ha tomado la psicología en las últimas décadas, pasando de ser un modelo preocupado principalmente de los trastornos mentales y las capacidades de razonamiento (déficit), a uno que considera que las emociones son algo intrínseco a nuestro comportamiento y actividad mental no patológica. Transformando a las emociones como motivo de estudio para conocer y comprender nuestro actuar. 

Si pensamos en la importancia que juegan las emociones en nuestra vida cotidiana, nos daremos cuenta rápidamente que ellas son fundamentales e influyen en la forma en la que tomamos decisiones, aunque no seamos conscientes de ello. Lo cierto es que, gran parte de nuestras decisiones son influenciadas, en mayor o menor medida, por las emociones.

Para Daniel Goleman, la Inteligencia Emocional implica cinco capacidades básicas. Estas son: 

Quien  dispone de Inteligencia Emocional es alguien que reconoce y maneja las emociones negativas que experimenta en su vida. Es una persona que tiene mayor capacidad para relacionarse con los demás, porque logra entenderlos al ponerse en sus zapatos. Generalmente sabe utilizar las críticas como algo positivo, puesto que las analiza y aprende de ellas. Cuenta con las cualidades necesarias para hacer frente a las adversidades. Y lo más importante, alguien que cuenta con Inteligencia Emocional sabe encauzar las emociones negativas, por lo tanto, tiene mayor capacidad para ser feliz. 

¿Cómo aplicar Inteligencia Emocional en tu entorno laboral?

En el trabajo nos enfrentamos a múltiples desafíos día a día. En algunos casos podemos salir airosos de ellos, pero en otras ocasiones provocan el efecto contrario. No nos sentimos capaces de lograr un objetivo, surge la frustración, tenemos menos productividad, entre otras cosas. Pero, es en estos momentos donde debemos desarrollar la Inteligencia Emocional. Esto no sólo no ayudará a manejar situaciones difíciles, también desarrollaremos habilidades para ejercer un buen liderazgo.

En definitiva, la Inteligencia Emocional en el mundo laboral es fundamental ya que:

La Inteligencia Emocional es un aspecto necesario que en cualquier organización y que debe ser incentivada en todos sus colaboradores. Estas capacidades psicológicas permiten que una persona se conozca a sí misma, sepa expresar sus emociones correctamente, entienda el mensaje de sus interlocutores y las necesidades de cada uno de sus clientes. Por otro lado, quien no sea capaz de manejar sus propias emociones, difícilmente podrá ponerse en el lugar de otro o saber cómo funciona su entorno. 

En conclusión, poseer Inteligencia Emocional trae consigo importantes beneficios y virtudes. Según algunos estudios, hay aptitudes en común que identifican a este grupo de personas. Son seres que procuran, en todo momento, buscar alternativas para tener una vida más feliz y escapar de la rutina. Son firmes en sus decisiones cuando es necesario. Siempre miran hacia adelante, no viven en el pasado y les encanta estar aprendiendo continuamente. Tengamos en cuenta que: “La capacidad de expresar los propios sentimientos constituye una habilidad social fundamental”. Daniel Goleman