La autoinstrucción es una técnica cognitiva destinada a cambiar ciertos aspectos del comportamiento. Consta en modificar los pensamientos o verbalizaciones internas que las personas hacen frente a cualquier tarea o problema, sustituyéndolas por otras que son más útiles para realizar la tarea y dirigir su actuar con el objetivo de realizar un cambio en sus auto verbalizaciones para que, finalmente, se modifique su conducta.
Este mecanismo de “hablarse a uno mismo” favorece la interiorización de los procesos mentales y son ayudan a mejorar la atención en la tarea, la organización y estructuración mental
Esta técnica es muy adecuada para quienes hablan de manera muy negativa consigo mismos, con frases del tipo “no puedo”, “voy a hacer el ridículo”, “me va a ir mal”, ya que, si las autoinstrucciones son negativas, lo más probable es que tengamos un desempeño negativo. En cambio, si somos más compasivos y nuestro autodiálogo es positivo se convierte en una potente motivación para enfrentar cualquier tipo de situación, conservar un grado de control adecuado y aumentar la satisfacción personal.
La técnica de las autoinstrucciones positivas
En caso de una situación problemática, debemos manejar nuestro lenguaje interno, antes, durante y después de ésta, ya que, si no controlamos nuestro lenguaje interno, este se producirá de todas formas, y lo más probable es que lo haga en términos negativos, con lo cual tendremos resultados en la misma línea.
A continuación, te explicamos cómo actuar en las 3 etapas del conflicto o situación:
–Cuando afrontamos la situación y empezamos a sentir malestar, debemos reconocer este estado para centrarnos en nuestro lenguaje interno, reconociendo cualquier atisbo de negatividad y evitando ese tipo de lenguaje.
–Durante el afrontamiento de la situación, nos guiaremos con nuestras autoinstrucciones positivas: “puedo manejar la situación”. “voy a mantener el control”, “puedo hacerlo, lo estoy haciendo bien”, “no va a pasar nada”.
-Una vez que la situación haya terminado, debemos elogiarnos por haber controlado la misma, hayamos tenido éxito o no con frases como: “Lo hice bien”, “pude controlarlo”, “logré manejar mi ansiedad”, “aunque no ha salido como quería, he logrado controlarme”, “la próxima vez lo lograré” “me he esforzado”, “no ha sido tan terrible”, “me he enfrentado a mi problema sin evitarlo”, etc.
Como todo ejercicio o hábito que incorporamos a nuestra vida, las autoinstrucciones requieren de práctica. Para hacerlo más fácil, te recomendamos crear tus propias autoinstrucciones que mejor se adecuen a tu personalidad y que creas puedan servirte para dar vuelta tus pensamientos.